Desarrollo emocional: Pasos para mejorar nuestro carácter
Desde que nacemos, nosotros siempre hemos llevado a cualquier parte nuestras emociones, las cuales nos definen nuestra forma de ver las cosas desde una perspectiva en particular además de influir en nuestro comportamiento. Sin embargo, nos esforzamos por encajar en la sociedad a pesar de nuestro carácter o temperamento que usamos para relacionarnos con nuestros seres queridos. Por lo tanto, controlar las emociones, en especial nuestro temperamento y carácter puede llegar a ser difícil.
Para empezar este interesante artículo, comenzaremos a describir el tipo de personas que llegan a superar éste tipo de dificultades y logran tener un control total de sus vidas, en paz y armonía. Este tipo de personas se las conoce como seres "inteligentes emocionalmente". La inteligencia emocional, así como la inteligencia racional, consiste en contar con un conjunto de parámetros adquiridos tanto a través de la experiencia, como a través del estudio y el ejemplo, que permita tomar decisiones de una forma más adecuada y óptima para obtener buenos resultados.
Existen tres maneras que nosotros podemos aplicar en nuestras vidas para mejorar nuestro desarrollo emocional. Estas son:
1) Utilizar las tres voces protagónicas
Supongamos que nuestra vida es una película. Tratamos de controlar nuestro carácter. Sin embargo, de alguna u otra manera nos desequilibramos. Por lo tanto, podemos interpretar a 3 personajes diferentes por instantes, pero asumiendo roles distintos:
- La persona que te trata mal.
- La persona maltratada.
- Un analista externo y compasivo.
Normalmente, cuando nos sentimos mal, lo que hacemos es subconscientemente tratarnos mal a nosotros mismos. Primero, debemos analizar las palabras que utilizamos para tratarnos mal a nosotros mismos: “Soy un tonto”, “No puedo hacerlo”, etc. Luego, nos analizamos, cuando “otro” nos trata mal. Y finalmente, adoptamos la posición de un tercero que compasivamente analiza la situación y trata de lograr un acuerdo entre los dos personajes. Por lo tanto, surtirá efectos positivos en la vida si lo realizamos cada vez que nos sentimos inestable emocionalmente.
2) Realizar un debido uso de la objetividad
Hay momentos en que nuestras emociones simplemente no tienen sentido racional. Es decir, no entramos en razón. Sin embargo, hoy en día ser emocionales realmente no es que sirva mucho, pero debemos convivir con ese hecho. Ser objetivos es una de las mejores maneras de lograrlo. Además, tener siempre en alto la razón, lo explicable, la verdad y la sinceridad real.
Emocionalmente decimos: “Soy inútil; no sirvo para nada”. Sin embargo, objetivamente sabemos que gozamos de todas nuestras capacidades intelectuales en un punto bastante óptimo respecto a personas que desafortunadamente padecen dificultades y retrasos mentales de diferentes tipos. Por lo tanto, ser objetivos no servirá durante los momentos de inestabilidad, pero obrará maravillas cuando se haya calmado la marea de tus emociones y es allí donde debes reforzarte positivamente a ti mismo que tienes la certeza de ser grande y privilegiado.
Daniel Goleman (1997, pp. 230) demuestra cómo la inteligencia emocional puede ser fomentada y fortalecida en todos nosotros, y cómo la falta de la misma puede influir en el intelecto o arruinar una carrera. Por consiguiente, la inteligencia emocional nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo, acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
3) Diversión y descanso
Es impresionante saber que estrés sea una de las principales causas de muchas rupturas amorosas, fracasos económicos, y problemas graves de salud. Definitivamente, hoy en día las personan se anticipan rápidamente por estar al todo en un mundo acelerado. En momentos así, es esencial y de la misma manera, buena para nuestra salud, desconectarse, divertirse, descansar y estar relajados.
En conclusión, manejar nuestro desarrollo emocional es un consejo básico y necesario para mejorar nuestro temperamento, y llevar una vida sin preocupaciones, sin estrés, y sin límites. Mediante estos tres pasos, nuestra vida cambia poco a poco en lo que realmente deseamos. En absoluto, siempre debemos tomar en cuenta tener nuestra frente en alto y con una visión centrada en la realización de nuestros sueños.
Bibliografía
Stern, D. (1995). La Constelación Materna. Barcelona: Paidós.
Goleman, D. (1997). Emotional Intelligence. Nueva York: Bantam Books.
Pérez Simo, R. (2001). El desarrollo emocional de tu hijo. (1a ed., pp. 45-68). Madrid, España: Paidos Ibérica.
Goleman, D., & Cherniss, C. (2001). The emotionally intelligent workplace. (1a ed., pp. 88-91). San Francisco, CA: Josey-Bass: A Wiley Imprint.
Conangla, M., & Soler, J. (2010). Corazón que siente, ojos que ven. (1a ed., pp. 100-123). Madrid, España: Editorial Planeta.
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