Tuesday, July 2, 2013

La importancia de ser prudente con los demás

La prudencia: Un aspecto que debemos tomar en cuenta en el trabajo y la familia


      Dentro de la vida de cada ser o individuo en particular, existe un aspecto muy relevante mientras uno se encuentra en el trabajo con sus colegas o con su familia en la casa. La persona debe actuar con moderación y cautela, y además, discernir lo que es bueno y lo que es malo. Esto significa ser prudente. Cuántas discordias, pleitos, separaciones evitamos si callamos en lugar de explotar, y cuánto ganamos cuando sabemos actuar con prudencia.

     La prudencia es una cualidad que se desarrolla en nuestra vida a través de la experiencia y las circunstancias que nos toca vivir. Si somos personas sujetas a nuestras emociones, seremos esclavos de ellas y también nos expondremos a varios problemas. Una persona prudente se caracteriza por su cautela, la cual es resultado del alto valor que le da a su propia vida, a la de los demás, y en general a todas las cosas que vale la pena proteger. Es así como nunca se atrevería a poner en riesgo su bienestar ó el de sus seres queridos, lo mismo que su salud, su seguridad ó su estabilidad.

      Por otra parte, ser prudentes significa ser precavidos. Es decir, tener conciencia de los múltiples peligros, inconvenientes e imprevistos de todas clases que nos acechan por doquier, y anticiparse a ellos sin alarma ni pánico, guiados tan sólo por un sano y legítimo instinto de conservación. Las personas prudentes se reconocen también porque saben cuándo hablar y cuándo callar, y cuando actuar ó abstenerse de actuar.

      La prudencia es una virtud. Sin embargo, queremos analizarla a la luz de los valores y la trataremos en su forma operativa. Es decir, como el valor que nos ayuda a actuar con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la vida. Además, la prudencia es una brújula que orienta a quien la practica y hace que la persona se adapte a las circunstancias, que conserve la cordura y sea amable en el trato en todos los momentos.

Características de una persona prudente

      Una persona prudente se puede describir por lo siguiente:

  • Toma las decisiones correctas en situaciones difíciles y obra con sabiduría, ante circunstancias que requieren actuar con rapidez.
  • Decide actuar con tranquilidad, guardando silencio aunque sienta que tiene toda razón y que los demás están en un error.
  • Evita ser un obstáculo para lograr el bien común y el respeto al ser humano.
  • Tiene muy claro que esta virtud le ayuda a lograr sus objetivos de vida, porque la prudencia permite reflexionar y actuar con cordura.

¿Cómo llegar a ser prudente?



     1) Con discernimiento: Enfrentando los hechos y determinaciones. Además, hay que buscar en cada opción los pro y los contra de determinada acción para optar por la mejor decisión.

     2) Recordando tus experiencias pasadas: Cuando reflexionas sobre lo que te ha pasado en alguna ocasión y te acontece algo similar ahora, aprendes a actuar mejor, con respecto a la experiencia vivida anteriormente.

     3) Llevar nuevas ideas: Muchas personas con experiencia nos pueden ayudar en una decisión con sus ideas, si aceptamos  humildemente sus recomendaciones y reconocemos nuestras limitaciones.

      4) La experiencia es sin lugar a dudas, la gran maestra en tu vida. Te enseña a actuar con prudencia en la toma de decisiones y te encamina  al éxito y al logro de tus metas. Mientras más experiencia adquieres, más seguro estarás al decidir en tu vida.

     En conclusión, el valor de la prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes le rodean, seguros de tener a un guía que los conduce por un camino seguro. Siendo más prudente, tu vida mejorará significativamente.

Bibliografía

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